Inauguración de IMAGINAR LA PALABRA, en la Sala de Exposiciones de la Diputación de Huesca


Ayer se inauguró en Huesca la exposición de 20 ilustradores aragoneses con el título IMAGINAR LA PALABRA. Un montaje ejemplar, excelente en el concepto y la forma, a cargo de Carlos Grassa; como yo no he visto hasta la fecha en el género. Uno de los criterios del comisario ha sido el de romper el tópico de asociar el trabajo del ilustrador al ámbito de la edición infantil. Por eso en esta muestra pueden verse también ilustraciones para cuentos, pero sobre todo múltiples propuestas de ilustración para prensa, humor gráfico, caricatura, libro de texto, edición para adultos y un largo etcétera. Así, tienen cabida los retratos de Luis Grañena, uno de los mejores caricaturistas del mundo en este momento, el dibujo para prensa del fantástico Diego Fermín, las imágenes surrealistas de Óscar Sanmartín, el trabajo para libro de texto de un especialista como David Maynar o portadas editoriales de Alberto Gamón o del maestro José Luis Cano.

Dibujos de Luis Grañena y Diego Fermín
También otras propuestas muy personales como la delicadísima labor de Cisneros o los objetos de Javier Solchaga. No faltan los consagrados con premios nacionales como Meléndez, Elisa Arguilé o Isidro Ferrer -cuyo montaje vale por sí solo el viaje hasta Huesca-. Y así hasta veinte propuestas de Silvia Bautista, David Adiego, Ana Lóbez, Alberto Aragón, Oscar Lamora, Ana Lartitegui, Antonio Santos, Vicky de Sus o servidor; todas de gran calidad, con una presentación que combina en un gran espacio expositivo los originales en pared con vitrinas donde se muestra el proceso creativo o simplemente las fuentes de inspiraciones, manías, etc.

 Solchaga, Isidro Ferrer y Cano frente a las obra de Jesús Cisneros. Ana Lóbez posando para la prensa

 De Isidro Ferrer

 Otra parte del montaje de Isidro Ferrer

 de José Luis Cano


Originales Ana Lartitegui. Y Silvia Bautista junto a la obra de Grañena


otro de Grañena




Del Vela


de Solchaga

 Por mi parte he reunido originales y copias de los tres proyectos sobre Ramón Gómez de la Serna que vengo realizando desde 2003. Una muestra algo escasa por la dificultad de conseguir originales, pero que espero que guste a los visitantes. También contento porque en los textos del catálogo que tuvieron el valor de hacernos escribir, junto a muchas elucubraciones sobre la profesión he podido -me han permitido- colar la receta del churro.

 

 Ni soy partidario de exposiciones pagadas por el contribuyente y aún menos del localismo -la etiqueta "ilustradores aragoneses" no creo que aporte nada y deja fuera nombres que perfectamente podrían estar aquí-; pero cuando un proyecto está tan bien hecho no queda otra que felicitar a los responsables y recomendar fervientemente la visita. En este caso además el bonico catálogo no hace justicia ni lejanamente a lo que está en sala, así que vale la pena el viaje y esperar lo deseable: que pudiera verse en otros destinos.

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